No fue por mi, ni fue por vos, fue porque ninguno de los dos estábamos en el momento ni en el lugar indicado. Yo creía que si, que era la situación ideal, aquella que había soñado, pero en un segundo ese sueño que me acompañaba todas las noches y que justo en el mejor momento hacía que me despertara, se transformó en pesadilla. Será por eso que justo me despertaba ahí, en el instante en que tus palabras me perforaban el corazón. Despertaba para no sentir ese dolor que finalmente sucedió.
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